lunes, 11 de agosto de 2014

Divisiones menores, del ideal a nuestra realidad

Real Madrid se fue al descenso. Es cierto. Cabe aclarar que se trata del Real Madrid Castilla, es decir, el equipo merengue que milita en la segunda división de España y que es la antesala de los galácticos, de los ricos y famosos futbolistas admirados en todo el mundo tras sumar a las vitrinas del club la décima conquista de la Liga de Campeones de Europa.

Hablar entonces del Real Madrid Castilla no es poca cosa. Se trata del trampolín, del último peldaño para los futbolistas de las inferiores del club merengue antes de incursionar en la profesional. Por eso, que perdiera en cancha la plaza en la categoría denominada de plata fue noticia.

Pero nadie en el poderoso club español se ha cortado las venas. El Real Madrid Castilla, o simplemente Castilla, continuará como escalón final de un ciclo que contempla nada menos que 14, si, leyó bien, 14 equipos de lo que llaman la cantera, de donde surgen los nuevos valores. El citado Castilla, Real Madrid C, tres equipos de la categoría juvenil, dos para serie cadetes, dos en infantil, dos en alevines, dos en benjamines y el prebenjamín, conforman el camino que se debe recorrer desde el inicio hasta la gloria.

Por un momento imaginé que el descendido no hubiera sido el Castilla, sino la filial inmediata de un club boliviano. Lamento prejuzgar, pero me la juego por comentarios como: “Estamos tirando la plata”, “Hay que reducir los equipos de menores y centrar los recursos en la primera”, “Hay que echar a los entrenadores”, “Pero si el futbolista extranjero es más barato que el nacional, dejemos de botar dinero”.

Porque en el fútbol boliviano se suele incurrir en el error de medir los resultados de las divisiones menores por los títulos conseguidos, como si tal fuera el único y principal objetivo. Claro que a todos nos gusta ganar, en el deporte y en la vida, pero cada cosa tiene su tiempo y su lugar.

El concepto de las inferiores de un club de fútbol es formar jugadores para renovar las filas del propio equipo, lo que reduce gastos por la adquisición de ‘refuerzos’, y además generar recursos por la transferencia a otros clubes. Eso lo tienen claro en España, en Argentina, en Alemania, aunque pareciera que en nuestro fútbol son pocos los convencidos… y los que lo practican.

Siguiendo con Real Madrid, en la última temporada tuvo a siete canteranos en primera, lo que representa el 30% de su plantel, ¡nada más y nada menos! Fue superado, eso sí, por Barcelona, que tuvo 14 jugadores de las menores alternando en la Liga Española, llegando al 56% de promovidos. Atlético Madrid ascendió a cinco elementos de sus inferiores, que representaron el 22% del plantel que dirigió el ‘Cholo’ Simeone.

En el otro extremo de la estadística están Granada y Elche (cero juveniles en primera división), Getafe con apenas uno, Almería y Betis con dos en la misma temporada 2013/2014... Y miren cómo les fue también a esos equipos en la tabla de posiciones.

Entonces, poner a jugar valores de las divisiones menores no es que sea contraproducente con obtener buenos resultados, una excusa que suelo escuchar en el fútbol boliviano de parte de directivos o entrenadores amarrados a sus figuritas conocidas. Al contrario. Así lo demuestran los números del fútbol español.

Y no es que a Real Madrid no le duela el descenso. “No renunciamos al ascenso, pero los objetivos prioritarios de las categorías inferiores son otros” dijo Ramón Martínez, adjunto a la dirección deportiva del club y hombre de confianza del presidente Florentino Pérez. Lejos de que el descenso los haga retroceder, el club merengue anuncia una mayor inyección económica para sus inferiores, pues admite que eso fue un déficit en la última temporada. De ese modo, pretenden seguir en la disputa con La Masía, como se conoce al conglomerado de divisiones menores de Barcelona FC.

Es que el Barcelona está proyectando más jugadores jóvenes a su primera división que los albos. ¿Acaso trabajan mejor? Una respuesta sincera de Pep Guardiola, el DT del momento, despeja las dudas: “La Masía no es mejor que La Fábrica del Madrid. La única diferencia está en que les hacemos lugar (en el primer equipo). Nada más”. Porque esa es la otra gran clave. No basta tener las menores (aunque sea solo las que establece el reglamento), darles pelotas y uniformes (en Bolivia, casi siempre las que descarta el primer plantel). Los chicos deben tener lugar en el plantel profesional. Si no, se corta el proceso. Se tienen unas inferiores solo para buscar alguna pieza que falte, como si fuera una tienda de repuestos. En Bolivia pasa mucho de eso.

El entrenador o directorio de la primera suele mirar a las juveniles solo como última instancia. Debería ser la primera. Recordemos los porcentajes del fútbol español en la anterior temporada, son datos recientes. Barcelona tuvo un 56% proveniente de su cantera, Real Madrid el 30% y Atlético Madrid el 22%. Y hablamos de clubes que de verdad tienen urgencia de resultados, presión de hinchas y patrocinadores.

Entonces, los juveniles no son el futuro del club. Son el presente. Alemania se proclamó campeona mundial y cuando le preguntaron al gerente deportivo Oliver Bierhoff por la causa principal, respondió: “Es el éxito del entrenador de juveniles de Philipp Lahm, del descubridor de Thomas Muller…”

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